Abrió los ojos, miró hacia el reloj; las 11... tan sólo se quedaría cinco minutos más, pero sonó un sms, pegó un brinco y cogió el movil con una sonrisa de oreja a oreja... esta, fue desapraciendo a cada linea que leía... cerró los ojos, se dejó caer en la cama y las lágrimas inundaron su almohada...
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